viernes, 13 de marzo de 2009

Cifras de la crisis educativa (parte 2)

Para concluir este breve análisis sobre la crisis de la educación en cifras, retomo información que circuló ésta semana acerca de los denominados programas estrella de la Secretaría de Educación Pública.

El Programa “Mejores Escuelas” pretende rehabilitar este ciclo escolar cerca de 10 mil
escuelas en malas condiciones, sin embargo ya tiene denuncias por falta de pago a promotores y contratistas, despidos injustificados de coordinadores, sobreprecios y falta de transparencia. Para colmo el listado de las escuelas que serán rehabilitadas no cuenta con las direcciones de los planteles ni con el presupuesto asignado a cada una.

Otro programa que pese a todo ha funcionado a un nivel aceptable es el de Pronabes que otorga becas académicas a estudiantes de escasos recursos y cuyo monto máximo es de mil pesos. El problema según los especialistas, es que con la crisis económica los montos no se han incrementado en los últimos ocho meses, a pesar de que en ese periodo se ha registrado una inflación del 43 por ciento.

Por último Calderón anunció que en breve arrancará un programa de tiempo completo en escuelas públicas; que en sus propias palabras será una nueva forma de de remunerar el trabajo del maestro con mayor calidad.

Todas estas ideas pueden ser innovadoras e incluso brillantes según la perspectiva, pero como sucede en todo el aparato de gobierno, no existen mecanismos de control y seguimiento.

La meta desde mi punto de vista, no es solamente llegar a un alto número de beneficiarios, sino generar mecanismos efectivos de seguimiento para asegurar el cumplimiento de las políticas públicas a mediano y largo plazo. Al consolidar programas que no solamente inician bien sino que acompañan a los estudiantes a lo largo de toda su carrera académica, estaremos beneficiando también a un sector indirecto de la población al generar una relación en donde el conocimiento es aprovechado para mejorar las condiciones de vida. Con esto, los factores de riesgo para los jóvenes se reducen en un rango temporal más amplio.

Una reflexión local. Para el 2010 el porcentaje de personas menores de 29 años que habitarán en el Distrito Federal será del 64%, de los cuales el 44% se concentrará en las delegaciones de la periferia, paradójicamente esas son las demarcaciones con los índices más bajos de desarrollo humano, de infraestructura social y los más altos de marginación, migración, delincuencia y deserción escolar.

Aunque se trata de un problema multifactorial, más del 50% de los jóvenes que han abandonado sus estudios lo hacen por razones económicas o personales principalmente, lo cual nos remite a una dinámica entre el medio de interacción y los factores sociales y materiales que rodean los rodean, como su cultura o sus aspiraciones.

Una vez más el futuro no agarra con los dedos en la puerta.
Los problemas no solo se superan con firme determinación, fe o esperanza, como lo planteó Calderón en su discurso en el Encuentro Logros y Avances de la Fundación Alfredo Harp Helú, sino con planeación y la voluntad política de una reforma estructural, sobre todo en lo concerniente a los oligopolios que tienen secuestrada a la educación en nuestro país.

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