jueves, 8 de octubre de 2009

Modelos arcaicos, ilusiones rotas.

La discusión del Paquete Económico 2010 se encuentra en pleno auge, la postura del PRI es clara respecto al rechazo del 2% al consumo, Calderón y el PAN responden proponiendo el recorte del 50% a los partidos políticos. En lugar de formular discusiones serias, parece que se trata de ver quien apantalla más, tanto el PRI como el PAN saben que ninguna de las propuestas será aprobada y por el contrario ambos quedarán mal parados frente a la sociedad, uno por proponer el gravamen y el otro por no dejar pasar el recorte.

El PAN sabe que el PRI va por todo en las elecciones concurrentes de 2010 para limpiar de una vez por todas el camino rumbo al 2012, de ahí que un recorte de la mitad del gasto a institutos políticos sería un duro revés en busca del carro completo. El PRI no puede deshacerse de aquel tono paternalista que duró 7 décadas y acuerda benignamente que no afectará al pueblo, por lo menos no, hasta que haya ganado.

Estamos sin duda, frente a la aprobación de un paquete frankenstein que tendrá remiendos y componendas de aquí y de allá.

Y El PRD aún no genera contrapesos con su postura respecto a nada…

Frente a esa ausencia de propuesta de la izquierda que tiene el mayor reconocimiento del electorado, surge una propuesta de izquierda que responde a distintas corrientes académicas, políticas y sociales.

En la postura de Rolando Cordera y el grupo que entregó a senadores y diputados el llamado Plan de Reactivación Económica frente al Paquete Económico 2010, se sostiene que nos encontramos en una disyuntiva que nos tiene por un lado tratando de parchar el modelo neoliberal y por el otro replegados y llenos de miedos frente a la búsqueda de nuevas políticas públicas en materia presupuestaria y fiscal, que algunos gobiernos de América Latina ya han implementado: Brasil y Chile.

Para nuestra mala fortuna, el cambio de modelo económico coincidió con el cambio de régimen político y ambos se juntaron en una larga y penosa travesía donde ninguno ha logrado consolidarse. A casi cuatro décadas de nulo crecimiento es imperante aprovechar el bono demográfico, ya que en diez pero sobre todo en 20 años, el problema será mucho más grave cuando la pirámide de crecimiento se haya invertido.

Frente a la idea de que el paquete económico será una mezcla de todo y nada, este grupo de izquierdas diversas, considera que lo mínimo a aprobarse para una reactivación de nuestra economía sería:

1. Cambios al sistema de recaudación que permitan generar una justicia tributaria.
2. Un gravamen que tenga como base el nivel de protección social, que permita que paguen más quienes más riqueza acumulen.
3. Acabar con los regímenes especiales de tributación.
4. Un impuesto de control al patrimonio.

La reflexión que nos queda por hacer es que un estado que no es capaz de recaudar carece de razón, pero sobre todo de legitimidad.

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