jueves, 21 de mayo de 2009

Yo no le creo a Carstens ¿y tú?

Hagamos memoria: hace un año y medio se hablaba de crisis alimentaria, varios meses después se convirtió en crisis energética, de ahí saltamos a una crisis económica que sin desaparecer dio paso a una crisis de salud. No cabe duda que con cada situación se hace latente un colapso generalizado y uno de los factores que apoquina a todo ello, es la falta de seriedad con que los altos funcionarios del país se toman estos problemas y demuestran por ende, su poca efectividad para actuar a tiempo.

El mejor ejemplo de como un funcionario mete la pata cada vez que abre la boca y demuestra el poco interés que tiene por la población, es el tristemente célebre secretario Carstens, quien no obstante haber diagnosticado una gripita económica hace ocho meses, ahora se dice optimista y pronostica recuperación económica para los primeros meses de 2010… cuando hace una semana confirmó que hemos entrado en recesión a nivel nacional. ¿En donde está la seriedad de una declaración así?

¡Los servidores públicos no pueden andar escupiendo cuanta ocurrencia se les venga a la cabeza! Como pedro y el lobo, ya nadie confía en lo que dice Carstens, ¡vamos!, ni el presidente del Senado que es de su propio partido. Para un funcionario que dirige la Secretaria de Hacienda, en algo le debería preocupar el nivel de credibilidad que pueda tener.

Otros que nomás abren la boca por abrirla son por un lado, el ex presidente Zedillo que sin deberla ni temerla anda colocando temas polémicos como la iniciativa del IVA en alimentos y medicinas. Por el otro, los partidos políticos, que cuales atropellados pubertos con fiebre de campaña, más tardaron en pestañar que en pronunciarse en contra de tan polémico tema, lo cual en nombre del populismo spotero les puede atraer varias simpatías en medio de un pesado clima de abstencionismo.

Ya se analiza la posibilidad de recortar programas sociales, que el déficit fiscal aumentará y con ello la posibilidad de crear nuevos impuestos que terminarán pagando mayoritariamente los trabajadores asalariados y los profesionistas.

Lo más indignante de todo el numerito, es que en medio de la recesión económica los partidos políticos gasten 200 mil pesos por minuto en publicidad aparecida en los partidos de la liguilla del fútbol mexicano. Si quieren recortar en algún lado para hacer frente al problema económico, que recorten las prerrogativas de los partidos, esa si sería una solución efectiva.

Carstens hoy remata asegurando que no estamos en crisis y que más bien se trata de un “bache con agua”, a lo mejor se inspiro en los agujeros que comienzan a aparecer por toda la ciudad con las recientes lluvias, que por cierto dejan al descubierto una crisis más.

No hay comentarios.: