viernes, 11 de marzo de 2011

Acortando brechas y abriendo caminos

Hace 30 años las organizaciones que abanderaban temas sobre el ejercicio de la sexualidad, los derechos de las mujeres y otras causas de los derechos humanos, se contaban con los dedos de una mano; ahora se han multiplicado y las luchas se han extendido por todo el país. En ese periodo los logros alcanzados, muchos de los cuales se reflejan ahora en las leyes que rigen la vida de la capital, han sido empujados por una minoría consistente que ha hecho de temas que parecían aislados, temas transversales con implicaciones directas en las decisiones de la vida pública.

Hoy por hoy el reto que enfrentamos quienes abanderamos movimientos, redes o causas sociales que buscan mantener la etiqueta ciudadana, radica en cómo rompemos la brecha que existe entre quienes se asumen como activistas y quienes se consideran ciudadanos al margen de cualquier movilización social, pero que impulsan por igual las causas que les parecen justas.

Es aquí donde la construcción de un discurso ciudadano se vuelve crucial, ya que esa, es una habilidad que una buena parte de las organizaciones de la sociedad civil han perdido al generar un autoconsumo de acciones y propuestas; tal y como le sucede a nuestra clase política desde hace mucho tiempo.

Esas minorías consistentes que sientan bases y conocimientos, y que por lo tanto nos fortalecen, deben estar concientes que una forma de romper las inercias negativas, es fortaleciendo lazos con la ciudadanía conciente que aunque no se asume activista, si se adjudica e impulsa las causas a su manera. El caso de Presunto Culpable es ejemplo perfecto para fortalecer esta idea: generar opinión pública a favor siempre será más redituable cuando se ha construido un sentido de apropiación, al volver el problema de unos cuantos en un problema que concierne a todas y todos.

Es el mismo caso de las mujeres encarceladas por abortos espontáneos en Guanajuato. Cuando la problemática es analizada desde una óptica de justicia social, salud pública y en especial de desigualdad, no hay sociedad que no se movilice para impedir que hechos de esa naturaleza ocurran en cualquier parte del país.

Aceptar que el uso de la información es más abierto y la participación de la gente es cada vez más espontánea y libre; lo que en consecuencia obliga a generar estrategias adecuadas para sumar en lugar de dividir, son parte del paradigma a romper. Ahí radica el verdadero reto de una red que apueste por la ciudadanía como sus nodos principales.

RDfine México

Hace unas semanas se reunieron en el Distrito Federal más de 80 jóvenes de todo el país, el motivo, formarlos como liderazgos en materia de derechos sexuales y reproductivos bajo la identidad de una nueva organización: RDfine México. Esto es el resultado de un año de trabajo en Universidades de 17 estados del país, donde la constante era un desconocimiento de sus derechos y la sombra de un creciente problema de salud pública: los embarazos adolescentes, cuyas consecuencias se reflejan en la práctica de abortos inseguros, aumento en los índices de mortalidad materna y en la formación de nuevas familias en situación de pobreza.

El hecho de que estos liderazgos no se encuentren en la órbita de las organizaciones existentes, les permitirá actuar desde un discurso más convencional y un tanto alejado del protocolo oenegero, acompañando siempre los objetivos comunes. Los retos no son menores, pues tendrán que reportar hechos en sus entidades, fomentar educación sexual libre de mitos en niveles medios y superiores, hasta exigir el fortalecimiento y aplicación de mecanismos que permitan a las mujeres decidir y acceder a la anticoncepción de emergencia cuando existan casos de violación.

El uso de las nuevas tecnologías de comunicación y redes sociales será crucial para su labor, pues para una generación que se comunica en tiempo real y comparte información desde su perfil, resultaría infructuoso cualquier esfuerzo que no se apoye en aliados como estos.

En breve se replicarán encuentros regionales con la intención de hacer crecer a RDfine México, esperando que las acciones de la red contribuyan a los esfuerzos ya existentes y permitan acceder a la ciudadanía de 17 estados del país, a un ejercicio más libre y conciente de sus derechos sexuales y reproductivos.

Sigue a RDfine México en: www.rdfinemexico.org, en Twitter @RDfineMX y en Facebook www.facebook.com/pages/Rdfine-México

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