jueves, 19 de noviembre de 2009

Atadas de manos

Secuestradas por el Estado. Ahora un óvulo fecundado tiene más derechos en México que una mujer plena y productiva; campesina, indígena, profesionista, académica, comerciante o empresaria. La opción de decicidir sobre su cuerpo, ha dejado de serlo. Las mexicanas se encuentran técnicamente secuestradas pues han sido privadas legalmente de su libertad gracias a 17 vergonzosos gobiernos estatales, gracias al acuerdo cupular de priístas, panitas, el clero más retrograda y conservador y en algunos casos, el denigrante apoyo de representantes electos y postulados por los partidos de izquierda en los estados (lo cual no quiere decir que sean personas de izquierda).

Con lo anterior Beatriz Paredes se desmarca en la escena dejando claro su total desprecio y rechazo a la esencia femenina y su nula vinculación con el pensamiento de la mujer progresista, si es que aún quedaban dudas.

Con Fidel se repite el ciclo de la simulación, el dueño ilegítimo de Veracruz, con una mano le jura a las organizaciones de derechos humanos y de mujeres que él no está impulsando la penalización de la ILE (Interrupción Legal del Embarazo), ni su similar federal y con la otra mano, está moviendo los hilos en ambos Congresos.

Veracruz y otras tres entidades concentran el 60% de las muertes maternas y su tercera causa es el aborto mal practicado, con la penalización de la ILE recién aprobada en ese estado, lo único que estarán propiciando es que las condiciones de salubridad y la clandestinidad preponderen, porque es un hecho que como era antes, seguirá siendo.

Desafortunadamente en unos meses estaremos viendo la penosa simulación-discusión a nivel constitucional para reformar los artículos 1º y 4º que la penalicen por completo, y entonces los avances obtenidos en esa materia en la Ciudad de México se vendrán abajo: 29 mil 212 Interrupciones Legales a partir abril de 2007, de las cuales 77% fueron residentes de la capital, 20% del Edomex y 788 mujeres procedentes de otros estados.

No fue nada fácil y fácil se nos está yendo. Treinta años de lucha se quedarán la sombra, ¿por qué seguimos callados?, nos rendimos sin empezar a pelear, siempre somos muchos los enojados y un puñado los que actúan, incluidas las propias mujeres.

La suma de todos los cinismos. El PRI como mocoso malcriado de barriada presume las canicas ganadas y le da palmaditas en la espalda al niño presumido del PAN invitándolo a jugar de nuevo, creyendo éste último que las puede recuperar cuando sólo perderá las que le quedan, el niño chamagoso del PRD se queda viendo afuera del círculo porque no lo invitaron y porque ya ni canicas tiene. Así se arreglan las cosas en el país. El PRI como ajonjolí de todos los acuerdos, simula que esta con el pueblo y el pueblo se lo compra, eso es lo suyo, confundir al viejo estilo, el estilo que aprendió en 70 años de gobierno y que no ha perdido; tira la piedra en la aprobación de la Ley de Ingresos y le echa la culpa al PAN por los vidrios rotos.

La ineptitud de Calderón ha sido tan grande que está generando las condiciones para dejar al PAN sin canicas, el Ejército lo desprecia por usarlos como carne de cañón, la oligarquía comienza a sentirse insegura y amenazada, la clase media empieza a agitarse como las capas de la tierra, es la que se suma y encabeza las marchas, los estudiantes, los académicos, las profesionistas, los pequeños comerciantes y las mujeres, el ciudadano común le da forma y palabra al mensaje; las clases trabajadoras lo detestan, los sindicatos autónomos, los campesinos e indígenas. Calderón nos ha llevado muy pronto al punto de hartazgo en el que nos tenía Fox al final de su sexenio.

La ambición de Fidel es tan grande, que quedará cegado. Ojalá que al PRI le pase lo mismo, que se confíe, que crea tener todas las canicas en la mano, que se sienta tan seguro que deje de ver lo básico: el enojo y la irritación de la sociedad mexicana, para que cuando la quiera contentar sean tanta la cólera en el país, que no le alcancen las canicas para calmar la situación. Ojalá PRI, ojalá…