lunes, 2 de junio de 2008

Una proyección al… ¿pasado?

Partiendo de los postulados del método dialéctico en donde una potenciación de las diferencias (tesis-antítesis) generan una confrontación de opuestos, cuyo resultado es una síntesis como superación integradora, es decir un nuevo paradigma, una proyección de fututo, en pocas palabras algo diferente a lo conocido y presumiblemente mejor.

Si no cometo una imprudencia al interpretar los postulados, entonces elucubro que:

En definitiva NO logramos llevar a cabo dicho método y tengo algunas hipótesis al respecto:


Solo algunos/as chocamos y otros se frenaron,
Quizá solo fue un choquecito, es decir, nos faltaron hue… sos,
Durante el impacto algunos/as se salieron y el resto no solo nos impactamos sino que quedamos embarrados y afectados de nuestras facultades, o
Como dice Geroges Vigarello y sostiene Robles, a los locos nos subieron en una nave y nos mandaron a estrellarnos contra las rocas.

Lo cierto es que no todos/as buscaban un cambio en el orden de las cosas, porque aunque existían dos polos, no había suficientes elementos para transformar el panorama. Los/as que buscamos generar el choque –con toda franqueza-, no sabíamos bien a bien si seguir o parar y no fue hasta que estuvimos sentados frente a una gran puesta en escena, que decidimos confrontar para transformar. El resultado de haber chocado a destiempo, en condiciones tan diversas, pero sobre todo con una idea confusa de lo que buscábamos como proyección de futuro, nos arrojo un resultado muy lejano al de la teoría propuesta.

¿Por qué sostengo lo anterior? Porque pasados ya varios meses desde aquel choque, nuestro lenguaje sigue colonizado de PASD, nuestro pensamiento ubicado en un momento preasamblea. Aún con la conciencia de que todo movimiento de resistencia u oposición debe conservar una parte del lenguaje opresor para hacer llegar su mensaje, me parece -y espero equivocarme en la siguiente afirmación-, que todavía NO queremos salir de los ejercicios de reflexión colectiva y más que eso, estamos sujetos a una añoranza de la belle époque alternative.

Lo anterior me lleva a concluir que el resultado de nuestro choque, no fue una proyección de futuro, sino una regresión que sin ser totalmente al pasado, si nos dejo secuelas del proyecto anterior, algo así como una Alternativa retro. Y esto puede tener una explicación muy sencilla: el PASD nos permitió trascender mediante la transformación de nuestra sociedad o al menos una parte de ella.

Se supone que la síntesis debe contener la mejor parte de lo que fue el proyecto por lo tanto creo que no debemos regresar, en especial, si no podemos seguir trascendiendo o transformando nuestro entorno, ¿cuál es la finalidad de estar en un espacio en donde ya no puedes desarrollar el proyecto elegido?

El cuestionamiento constante sobre el papel que debemos jugar ante las condiciones del horizonte político en general, debemos resolverlo sobre nuevos postulados y no con los del PASD, menos con los del PSD.

Ahora que somos más libres que nunca, salgamos de la cultura PASD incluyendo al CAP, hagamos el ejercicio de salirnos por un momento, tan solo un momento y si no encontramos algo mejor entonces evoquémosla.

Dejemos de pensar en estructuras estamentales que separan y oponen al teórico, del ejecutor de la teoría, construyamos con base en procesos, demos oportunidad a la autoorganización y dejemos de colocar responsables, continuemos formando perfiles para que la especialización no sea un motivo de separación y todos/as puedan teorizar y ejecutar con visión.

En este momento el continente ya no puede ser un partido, por lo menos no en un panorama como el actual, enfoquemos en este momento nuestras fuerzas en llenar de contenido para que en un mediano plazo podamos elegir la figura o la forma que más nos convenga.

Y por favor, construyamos todo esto con herramientas más críticas de las que ahora nos hemos dado, porque parece que a veces nos burlamos de nosotros/as mismos.

P.D. La militancia busca de sus gurus: el camino más corto a resultados concretos, una visión autocrítica, la fórmula para convertir el plomo en oro y las claves para ganar en las máquinas tragamonedas. Menuda labor.

Dato histórico
Cuando el cacique de una región buscaba oprimir a un pueblo enemigo, lo primero que ordenaba era la destrucción de las estelas y los códices porque la historia era su legado más importante.

Para nuestra fortuna Alternativa no fue destruida, vamos, ni siquiera mancillada… pero no abusemos de nuestro legado porque de tanto invocar a los dioses luego ya no nos van a escuchar.